En 2025, los adolescentes no usan emojis solo para decorar mensajes: los viven como parte de su identidad, como marcas de pertenencia y, a veces, como murallas que separan su mundo del de los adultos. En sus chats, los símbolos son pulsos emocionales, ironías, provocaciones y, en algunos casos, banderas ideológicas.
La serie Adolescencia capturó esa atmósfera: un espacio donde el emoji puede ser un abrazo silencioso o un susurro cifrado que esconde rabia, deseo o protesta.
Si te interesa profundizar en cómo las marcas se adaptan a nuevos lenguajes digitales, te invitamos a leer nuestro artículo UGC vs Influencer: Claves para tu Estrategia de Marketing, donde exploramos cómo estos dos enfoques pueden potenciar tu presencia online.

Así resignifican los emojis
Corazones:
En el universo adolescente, los colores no son al azar: ❤️ es amor intenso, 💜 mezcla atracción física y desafío, 💛 es cariño sin compromiso, 🩷 es afecto puro pero sin intención sexual. Cambiar un color puede cambiar la historia de una relación.
Señales de alerta:
🔥 no siempre es “cool”; puede ser caos o destrucción. 🐍 es la traición hecha icono. 🤡 se lanza como burla, como recordatorio de que alguien quedó en ridículo.
Así resignifican los emojis
Corazones:
En el universo adolescente, los colores no son al azar: ❤️ es amor intenso, 💜 mezcla atracción física y desafío, 💛 es cariño sin compromiso, 🩷 es afecto puro pero sin intención sexual. Cambiar un color puede cambiar la historia de una relación.
Señales de alerta:
🔥 no siempre es “cool”; puede ser caos o destrucción. 🐍 es la traición hecha icono. 🤡 se lanza como burla, como recordatorio de que alguien quedó en ridículo.

Equipo de contenidos digitales en Feria de Flores 2025
La serie mostró que algunos emojis se han infiltrado como señales de grupos y atmósferas digitales peligrosas:
- 💊 (píldora roja): un símbolo de “despertar” para quienes creen que la sociedad está contra ellos, usado por la manosfera y espacios misóginos.
- 🧨 (explosivo): no es solo pólvora; es una llamada al caos y a la acción violenta.
- 🫘 (judía): un guiño entre incels, jóvenes que culpan a las mujeres de sus frustraciones emocionales y sexuales.
En el ser adolescente, estos códigos pueden ser curiosidad, rebeldía o una puerta de entrada a ideologías extremas.
Preguntas que se hace la sociedad

1. ¿Qué significan para ellos realmente los emojis que usan?
Para un adolescente, un emoji nunca es “solo un dibujo”. Es un eco emocional, una respuesta rápida que dice más que una frase entera. El 💧 puede ser sudor, lágrimas o insinuación sexual, y lo saben sin explicarlo. Lo importante no es la forma, sino la carga que lleva detrás, compartida y entendida solo por quienes “están dentro”.
2. ¿Cómo saber si un emoji conecta con ideologías extremas?
Ellos no piensan en manuales de prevención: piensan en pertenencia. Si alguien de su círculo usa 💊, 🧨 o 🫘, puede ser señal de una afinidad ideológica o de una simple imitación. La diferencia la marca el contexto: qué se dice antes, qué se repite y qué reacciones provoca en el grupo. Para ellos, el emoji es un guiño; para un observador externo, puede ser una advertencia.
3. ¿Usan los adolescentes emojis como lenguaje secreto para alejar a los adultos?
Sí, pero no solo para ocultar algo peligroso. A veces es por juego, por la emoción de tener un código que los padres no descifran. El lenguaje secreto reafirma que hay un “nosotros” y un “ellos”. Esa separación es parte de la construcción de identidad. En sus mentes, no es esconder, es proteger un espacio propio.
4. ¿Cómo aprender a interpretar sus emojis sin invadir su mundo?
Ellos sienten cuando un adulto se acerca con curiosidad genuina y cuando lo hace con juicio. La interpretación requiere observar patrones, escuchar más que interrogar, y dejar que sean ellos quienes expliquen qué significa ese símbolo para su grupo. No es una traducción literal, es una negociación de sentidos.
5. ¿Pueden los emojis ser puerta para el acoso o la radicalización?
En su experiencia, los primeros mensajes de extraños en redes rara vez llegan con palabras directas: llegan con un emoji amistoso, un corazón de color calculado o un símbolo curioso. Ese es el primer hilo que, si no se corta a tiempo, puede tejer una red de manipulación. No lo ven como un peligro en el momento, porque en el instante el emoji parece inofensivo. El riesgo está en lo que viene después.

En 2025, los emojis se han consolidado como un lenguaje paralelo que los adolescentes utilizan no solo para comunicarse, sino para construir identidades, reforzar vínculos y, en algunos casos, transmitir mensajes que escapan a la comprensión adulta. Entender este universo simbólico requiere algo más que conocer el significado literal de cada ícono: implica reconocer el contexto, las comunidades digitales que los reinterpretan y las ideologías que, de forma directa o velada, se filtran a través de ellos.
Más que un simple recurso visual, los emojis se han convertido en marcadores culturales, puertas de entrada a conversaciones privadas y, a veces, señales de alerta. La brecha generacional en su interpretación no es solo lingüística, sino también social y emocional. Por eso, decodificarlos es también una forma de acercarse a cómo los adolescentes ven, sienten y se mueven en el mundo.
Comprender este nuevo lenguaje no se trata de “hablar como ellos”, sino de aprender a escuchar lo que, con unos pocos píxeles, intentan decir.